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El presidente Mario Abdo Benítez soltó la mano a su dupla, Hugo Velázquez, y sin ningún rubor anunció dos cosas, la cooperación permanente del Gobierno de Estados Unidos y que pronto se conocerá al nuevo precandidato del oficialismo a la Presidencia de la República.
Ni siquiera intentó ensayar alguna reacción en contra de la abierta injerencia del Departamento de Estado en cuestiones internas, sino que hasta parecía complacido con la designación que los yanquis dieron a Velázquez, a quien calificaron como “significativamente corrupto”.
Por lo único que felicitó a su hasta hoy copiloto fue por haber anunciado su renuncia, tanto a la Vicepresidencia como a la precandidatura de Fuerza Republicana para las internas de diciembre.
“Realmente nos facilitó la renuncia. Ante estas circunstancias era ya inaceptable la continuidad de la candidatura del vicepresidente de la República. Facilitó y lo digo con dolor porque es un amigo y compañero, pero le felicito por su actitud madura en priorizar los intereses y la construcción de credibilidad de nuestra nación”, aseguró Abdo ante los medios de prensa.
Olvidando rápidamente su condición de jefe de Estado y volviendo a mostrarse como un candidato en campaña, manifestó que “quiero dar la tranquilidad que en la lucha de Colorado Añetete los hombres no son tan importantes como la causa que venimos representando, quiero dar la tranquilidad que en las próximas horas vamos a reunir a toda la dirigencia principal del movimiento Fuerza Republicana y en lo antes posible vamos a presentar una nueva candidatura para que represente nuestra idea, causa y lucha“.
