ASUNCIÓN. “Es imposible atajar, salvo que Paraguay pare totalmente sus actividades, solo así se podría detener a las personas”, dijo hoy monseñor Amancio Benítez, secretario general de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), en relación a la próxima celebración de las fiestas marianas en la Villa Serrana, este 8 de diciembre.
“Entre noviembre y diciembre la gente se va hasta Caacupé, no solamente para la cuestión de la fe, sino de turismo. Lo que decimos es que no podemos atajar a la gente, la gente se va ir igual a Caacupé”, añadió el prelado en declaraciones a la 800 AM.
Aparentemente, las autoridades religiosas católicas pretenden que el Poder Ejecutivo decrete cuarentena total y obligatoria en un periodo relacionado con la tradicional peregrinación a Caacupé.
En paralelo a la “pasada de pelota” entre autoridades y líderes católicos por este 8 de diciembre, la Municipalidad de Caacupé, mientras clausura cementerios de la zona para visitas, para “lotear” 700 puestos para vendedores ambulantes en la capital de Cordillera.
“Nosotros no promocionamos que la gente vaya a Caacupé, al contrario, estamos queriendo que la gente no se ilusione demasiado y que por este año las promesas se puedan retrasar, que no se aglomeren en este noviembre y diciembre y que paguen su promesa durante el año 2021. No podemos atajarles, no tenemos la potestad de atajar a la gente, a los colectivos y a los que transitan”, insistió el monseñor Benítez.
La luz verde del Poder Ejecutivo responsabilizando implícitamente a cada peregrinante para medidas preventivas de contagio del covid fue y sigue siendo duramente criticada por profesionales médicos.
Se teme, no solo un brote en Caacupé, sino que de ahí se reproduzca un brote masivo a nivel país del covid.