CIUDAD DEL VATICANO. Más de 100.000 fieles despidieron este jueves en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, al papa emérito, Benedicto XVI, que murió el pasado 31 de diciembre. Tras la misa, encabezada por el papa Francisco, el féretro fue llevado a las grutas de la basílica para la sepultura en la que fue la tumba de Juan Pablo II.
El féretro de Benedicto XVI, fallecido el sábado a los 95 años, fue transportado este jueves al término del funeral presidido por el Papa Francisco al interior de la basílica de San Pedro para su sepultura.
El sobrio ataúd de madera de Joseph Ratzinger salió de la plaza de San Pedro entre los aplausos de los fieles y será enterrado en la cripta donde descansó Juan Pablo II hasta su beatificación en 2011, fecha en la que su ataúd fue traslado a una capilla de la basílica.
Despojado de la ropa que usó en la multitudinaria ceremonia, solo de blanco, el papa Francisco se acercó al ataúd de Benedicto XVI para tocarlo y así, con ese gesto simple pero potente, despedirlo definitivamente antes de que su viaje final a las grutas del Vaticano.