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CAACUPÉ. “Esta es la única decisión sensata y responsable que podemos tomar. No podemos correr ningún riesgo, no podemos permitir que nuestro santuario se convierta en el centro o foco de contagio para todo el país. Esta decisión se basa en el respeto por los peregrinos mismos, por el bien común de la salud pública y refleja nuestra fe como ciudadanos responsables”, dijo esta mañana el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de este distrito.

Sus declaraciones se dieron al término del servicio religioso de la fecha, ocasión en que el referente religioso católico insistió en que la Virgen de Caacupé, para este 8 de diciembre, “nos pide quedarnos en casa y desde allí seguir toda la fiesta en su honor. Este año queremos decir que todo el Paraguay es Caacupé, cada capilla, cada parroquia, cada comunidad”, remarcó.

También recordó Valenzuela, especialmente, los días 7 y 8 de diciembre venideros, los fieles hagan “una peregrinación con el corazón” y reiteró que toda la festividad mariana será no solo transmitida por televisión, sino igualmente por Internet.

Así, todo el novenario de la Virgen de Caacupé, al igual que la liturgia central, se hará a puertas cerradas. El Ykua de la Virgen estará cerrado hasta el 13 de diciembre. “Vimos la lista de los agendamientos y nos preocupó que muchas personas de 70 años para arriba querían venir, vimos que no iba a funcionar”, comentó Valenzuela.

Hace tres días, autoridades del Estado y las religiosas católicas anunciaban la suspensión de la tradicional ceremonia presencial en Caacupé. Esto acabó generando también reacciones en la comuna caacupeña, desde donde se anunció la gestión del pago único de un subsidio de G 500.000 para 1.600 vendedores ambulantes.