Por: Dr. Abilio Obregon. Médico cirujano. Ex titular de la Asociación de Médicos del Alto Paraná.
Ciudad Del Este es una ciudad muy importante porque es la principal puerta de entrada y salida del “dinero”, en nuestro país. El intercambio especialmente con el Brasil, es tan fluido que el Puente Internacional ya no abastece, por cuyo motivo se está construyendo otro puente sobre el rio Paraná. Infelizmente en la actualidad el Puente de la Amistad se ha vuelto riesgoso porque es también la puerta de entrada del coronavirus.
Este desgraciado acontecimiento no solo pone en peligro la vida de los Esteños sino también de todos los paraguayos por cuya razón debería ser la mejor atendida por el gobierno central, no dejando esa responsabilidad solo a la Municipalidad. Es asustadora la cantidad de afectados en los países que nos rodean, haciendo que la probabilidad de contagio a nuestra población se agigante, sumándose a esta la cantidad de connacionales insensatos que aún no creen en lo grave y contagioso que es el virus, como el irresponsable Presidente Bolsonaro, que debió ser denunciado ante la ONU por imprudente, irracional y temerario.
No se debe ignorar que en CDE, la mayoría de la población sacrifica su economía, que está llegando a niveles críticos, para cumplir la recomendación del Ministerio de Salud Pública, (que nada tiene de bienestar social) y administra su miedo e inseguridad para no caer en la depresión emocional. Por su parte el Gobierno central presiona para evitar el contagio, pero: ¿Qué hace para enfrentarlo? Según las informaciones disponibles, el monto destinado para prevenir la expansión del mal no se ve ni se siente en esta parte del país.
Felizmente no estamos como en el Brasil donde la “gripesiña de Bolsonaro” está creando un cao sanitario con más de 75.000 muertos a la fecha, equivalente a 1.000 muertos por día. ¿Pero quien asegura que no llegará también a matarnos?, y si eso ocurre será en la peor compañía: la SOLEDAD.
El tratamiento de esta grave enfermedad no consiste en un cambio de Ministro. Hay tiempo para el sumario. Hoy no habiendo aun tantos casos locales, gracias a Dios, la mejor inversión sigue siendo la prevención, comenzando por proteger al menos con ropas adecuadas y tapabocas a todos los médicos y enfermeras que están en la trinchera arriesgando su salud personal y la de sus familias, y sin dudar, aplicar el merecido castigo al bolsillo de los irresponsables que no usan tapaboca ni se lavan las manos.
CDE como capital del Alto Paraná y portal de entrada al Paraguay, no merece la indiferencia del Gobierno Central. No merece que sigan recibiendo migajas del fabuloso monto destinado a enfrentar la pandemia, como tampoco se merece la impunidad que favorece a los delincuentes disfrazados de líderes para seguir amasando fortunas, sin ninguna compasión ni respeto hacia ese pueblo que hoy ya está viviendo de la caridad.